Plaza Mayor

Aportalada, de extensas dimensiones y de planta trapezoidal irregular. Está constituida como un ámbito cerrado al realizarse los accesos de forma lateral sin atravesarla, esto favoreció su transformación en escenario de corridas de toros o improvisado teatro al aire libre. Su carácter plurifuncional se ve reforzado al ser este espacio el lugar preferido por los vecinos para sus reuniones y paseos bajo los soportales.

El kiosko central y el paseo que lo rodea son el centro de la villa beliforana.

Queda definida por su naturaleza religiosa-concejil al presidirla la parroquia de San Pedro y situarse en un segundo plano la casa consistorial junto a la que estaba la cárcel. Sus arquerías y algunas casas blasonadas la dan un perfil propiamente castellano.

Por su gran extensión en ella se celebran mercados: En el Siglo X el primer conde Castellano Fernán González agradeciendo el que en Belorado le libraran de los hierros con que le tenía preso el Rey de Navarra, concedió a la villa el privilegio de poder celebrar mercado los lunes. Aquí el mercadillo sigue siendo los lunes.